3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que servimos en espíritu a Dios, y nos gloriamos en el Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
4 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno parece que tiene de qué confiar en la carne, yo más que nadie .
5 Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
6 en cuanto a celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
7 Pero las cosas que para mí eran ganancias, las he apreciado pérdidas por Cristo.
8 Y ciertamente, aun aprecio todas las cosas como pérdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, para ganar a Cristo,
9 y por ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
10 por conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, en conformidad a su muerte,
11 si en alguna manera llegase a la resurrección de los muertos.
12 No que ya lo haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; mas sigo para asir de aquello como también soy asido del Cristo Jesús.
13 Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago : olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
14 prosigo al blanco, al premio del soberano llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
15 Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.
16 Pero en aquello a que hemos llegado, vamos por la misma regla, sintamos una misma cosa.
17 Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad los que así anduvieren como nos tenéis por ejemplo.
18 Porque muchos andan, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos del madero del Cristo,
19 cuyo fin será la perdición, cuyo dios es el vientre, y su gloria esta en su vergüenza; que sienten lo terrenal.
20 Mas nuestra vivienda es en los cielos; de donde también esperamos el Salvador, al Señor Jesús, el Cristo;
21 el cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar a sí todas las cosas.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Filipenses 3:3 porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne,

English Standard Version ESV

Philippians 3:3 For we are the circumcision, who worship by the Spirit of God and glory in Christ Jesus and put no confidence in the flesh--

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Filipenses 3:3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que servimos en espíritu a Dios, y nos gloriamos en el Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne

King James Version KJV

New King James Version NKJV

Philippians 3:3 For we are the circumcision, who worship God in the Spirit, rejoice in Christ Jesus, and have no confidence in the flesh,

Nueva Traducción Viviente NTV

Filipenses 3:3 Pues los que adoramos por medio del Espíritu de Dios
somos los verdaderos circuncisos. Confiamos en lo que Cristo Jesús hizo por nosotros. No depositamos ninguna confianza en esfuerzos humanos

Nueva Versión Internacional NVI

Filipenses 3:3 Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

Filipenses 3:3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que servimos en espíritu á Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.

Herramientas de Estudio para Filipenses 3:3-21