15
Y estando yo mirando los animales, he aquí una rueda en la tierra, con sus cuatro haces junto a los animales.
16
Y el parecer de las ruedas y su hechura parecía de Tarsis (o de Turquesa ). Y todas cuatro tenían una misma semejanza: su apariencia y su hechura como es una rueda en medio de otra rueda.
17
Cuando andaban, andaban sobre sus cuatro costados; no se volvían cuando andaban.
18
Y sus costillas eran altas y temerosas, y llenas de ojos alrededor en todas cuatro.
19
Y cuando los animales andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los animales se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.
20
Hacia donde el espíritu diera que anduviesen, andaban; hacia donde diera el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los animales estaba en las ruedas.
21
Cuando ellos andaban, andaban ellas ; y cuando ellos se paraban, se paraban ellas ; y cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los animales estaba en las ruedas.
22
Y sobre las cabezas de cada animal aparecía un cielo a manera de un cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas.
23
Y debajo del cielo estaban las alas de ellos derechas la una a la otra; a cada uno dos, y otras dos con que se cubrían sus cuerpos.
24
Y oí el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, cuando andaban; la voz de la palabra, como la voz de un ejército. Cuando se paraban, aflojaban sus alas.
25
Y se oía voz de arriba del cielo que estaba sobre sus cabezas, cuando se paraban y aflojaban sus alas,