29
Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entrare en el santuario, en memoria delante del SEÑOR continuamente.
30
Y pondrás en el pectoral del juicio Urim y Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entrare delante del SEÑOR; y llevará siempre Aarón el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón delante del SEÑOR.
31
Harás el manto del efod todo de cárdeno.
32
Y tendrá el collar de su cabeza en medio de él, el cual tendrá un borde alrededor de obra de tejedor, como un collar de un coselete, para que no se rompa.
33
Y harás en sus orladuras granadas de cárdeno, y púrpura, y carmesí, por sus orladuras alrededor; y entre ellas campanillas de oro alrededor.
34
Una campanilla de oro y una granada, otra campanilla de oro y otra granada, por las orladuras del manto alrededor.
35
Y estará sobre Aarón cuando ministrare; y se oirá su sonido cuando él entrare en el santuario delante del SEÑOR y cuando saliere; para que no muera.
36
Harás además una plancha de oro fino, y grabarás en ella grabadura de sello, SANTIDAD AL SEÑOR.
37
Y la pondrás con un cordón cárdeno, y estará sobre la mitra; por la parte delantera de la mitra estará.
38
Y estará sobre la frente de Aarón; y Aarón llevará el pecado de las santificaciones, que los hijos de Israel santificaren en todas las ofrendas de sus santificaciones; y sobre su frente estará continuamente para que hallen gracia delante del SEÑOR.
39
Y bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino; harás también un cinto de obra de recamador.
40
Y para los hijos de Aarón harás túnicas; también les harás cintos, y les formarás chapeos tiaras para honra y hermosura.
41
Y con ellos vestirás a Aarón tu hermano, y a sus hijos con él; y los ungirás, y llenarás sus manos, y santificarás, para que sean mis sacerdotes.
42
Y les harás calzoncillos de lino para cubrir la carne vergonzosa; serán desde los lomos hasta los muslos:
43
Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, o cuando se llegaren al altar para servir en el santuario, para que no lleven pecado, y mueran. Estatuto perpetuo para él, y para su simiente después de él.