8
Y escribirás en las piedras todas las palabras de esta ley muy claramente.
9
Y Moisés, con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Atiende y escucha, Israel: hoy eres hecho pueblo del SEÑOR tu Dios.
10
Oirás, pues, la voz del SEÑOR tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te mando hoy.
11
Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo:
12
Estos estarán sobre el monte de Gerizim para bendecir al pueblo, cuando hubiereis pasado el Jordán: Simeón, y Leví, y Judá, e Isacar, y José y Benjamín.
13
Y éstos estarán para pronunciar la maldición en el monte de Ebal: Rubén, Gad, y Aser, y Zabulón, Dan, y Neftalí.
14
Y hablarán los levitas, y dirán a todo varón de Israel en alta voz:
15
Maldito el varón que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación al SEÑOR, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
16
Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
17
Maldito el que redujere el término de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.
18
Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.
19
Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.
20
Maldito el que se echare con la mujer de su padre; por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
21
Maldito el que tuviere parte con cualquiera bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.
22
Maldito el que se echare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
23
Maldito el que se echare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.
24
Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
25
Maldito el que recibiere don para herir de muerte al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
26
Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.