15
Vendrá, pues, el rey del norte, y fundará baluartes, y tomará ciudades fuertes; y los brazos del mediodía no podrán permanecer, ni su pueblo escogido, ni habrá fortaleza que pueda resistir.
16
Y el que vendrá contra él, hará a su voluntad, ni habrá quien se le pueda parar delante; y estará en la tierra deseable, la cual será consumida en su poder.
17
Pondrá luego su rostro para venir con la potencia de todo su reino; y hará con aquél cosas rectas, y le dará una hija de sus mujeres para trastornarla; mas no estará ni será por él.
18
Volverá después su rostro a las islas, y tomará muchas; mas un príncipe le hará parar su afrenta, y aun tornará sobre él su oprobio.
19
Luego volverá su rostro a las fortalezas de su tierra; mas tropezará y caerá, y no aparecerá más.
20
Entonces sucederá en su silla quien quitará las exacciones, el cual será Gloria del Reino; mas en pocos días será quebrantado, no en enojo, ni en batalla.
21
Y sucederá en su lugar un vil, al cual no darán la honra del Reino: vendrá empero con paz, y tomará el reino con halagos.
22
Y con los brazos serán inundados de inundación delante de él, y serán quebrantados; y aun también el príncipe del pacto.
23
Y después de la unión con él, él hará engaño, y subirá, y saldrá vencedor con poca gente.
24
Estando la provincia en paz y en abundancia, entrará y hará lo que nunca hicieron sus padres, ni los padres de sus padres; presa, despojos, y riquezas repartirá a sus soldados; y contra las fortalezas formará sus designios; y esto por un tiempo.
25
Y despertará sus fuerzas y su corazón contra el rey del mediodía con gran ejército; y el rey del mediodía se moverá a la guerra con grande y muy fuerte ejército; mas no prevalecerá, porque le harán traición.