6
y la otra tercera parte estará a la puerta del sur, y la otra tercera parte a la puerta del postigo de los de la guardia; y tendréis la guardia de la casa de Mesah.
7
Y las otras dos partes de vosotros, es a saber , todos los que salen el sábado, tendréis la guardia de la Casa del SEÑOR junto al rey.
8
Y estaréis alrededor del rey de todas partes, teniendo cada uno sus armas en las manos; y cualquiera que entrare dentro de estos órdenes, sea muerto. Y habéis de estar con el rey cuando saliere, y cuando entrare.
9
Y centuriones hicieron todo como el sacerdote Joiada les mandó, tomando cada uno los suyos, es a saber , los que habían de entrar el sábado, y los que habían salido el sábado vinieron a Joiada el sacerdote.
10
Y el sacerdote dio a los centuriones las picas y los escudos que habían sido del rey David, que estaban en la Casa del SEÑOR.
11
Y los de la guardia se pusieron en orden , teniendo cada uno sus armas en sus manos, desde el lado derecho de la Casa hasta el lado izquierdo, junto al altar y el templo, cerca del rey alrededor.
12
Sacando luego Joiada al hijo del rey, le puso la corona y el testimonio, y le hicieron rey ungiéndole; y batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!
13
Y oyendo Atalía el estruendo del pueblo que corría, entró al pueblo en el templo del SEÑOR;
14
y cuando miró, he aquí el rey que estaba junto a la columna, conforme a la costumbre, y los príncipes y los trompeteros junto al rey; y que todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y que tocaban las trompetas. Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, dio voces: ¡Conjuración, conjuración!
15
Entonces el sacerdote Joiada mandó a los centuriones que gobernaban el ejército, y les dijo: Sacadla fuera del cercado del templo, y al que la siguiere, matadlo a cuchillo. (Porque el sacerdote dijo que no la matasen en el templo del SEÑOR).
16
Y le dieron lugar, y vino por el camino por donde entran los de a caballo a la casa del rey, y allí la mataron.