12
No nos encomendamos pues otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis qué responder contra los que se glorían en las apariencias, y no en el corazón.
13
Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.
14
Porque la caridad del Cristo nos constriñe, porque juzgamos así: Que si uno fue muerto por todos, luego todos son muertos;
15
así mismo el Cristo murió por todos, para que también los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
16
De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y si aun a Cristo conocimos según la carne, ahora sin embargo ya no le conocemos.
17
De manera que si alguno es en Cristo, son nueva creación; las cosas viejas pasaron; he aquí todo es hecho nuevo.
18
Y todo esto por Dios, el cual nos reconcilió a sí por Jesús el Cristo; y (nos) dio el ministerio de la reconciliación.
19
Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo a sí mismo , no imputándoles sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la Reconciliación.
20
Así que, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en Nombre de Cristo: Reconciliaos a Dios.
21
Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.