4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados, y los flacos se ciñeron de fortaleza.
5 Los saciados se alquilaron por pan, y cesaron los hambrientos; hasta dar a luz siete la estéril, y la que tenía muchos hijos enfermó.
6 El SEÑOR mata, y él da vida; él hace descender al sepulcro, y hace subir.
7 El SEÑOR empobrece, y él enriquece; abate, y ensalza.
8 El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso ensalza del estiércol, para asentarlo con los príncipes; y hace que tengan por heredad asiento de honra. Porque del SEÑOR son las columnas de la tierra, y él asentó sobre ellas el mundo.
9 El guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será valiente por su propia fuerza.
10 SEÑOR, serán quebrantados sus adversarios; y sobre ellos tronará desde los cielos. El SEÑOR juzgará los términos de la tierra, y dará fortaleza a su Rey, y ensalzará el cuerno de su Mesías.
11 Y Elcana se volvió a su casa en Ramá; y el niño ministraba al SEÑOR delante del sacerdote Elí.
12 Mas los hijos de Elí eran hijos de Belial, y no tenían conocimiento del SEÑOR.
13 Era la costumbre de los sacerdotes con el pueblo que , cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras la carne estaba a cocer, trayendo en su mano un garfio de tres ganchos;
14 y hería con él en la caldera, o en la olla, o en el caldero, o en el pote; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían a todo israelita que venía a Silo.
15 Asimismo, antes de quemar el sebo, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que ase para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.
16 Y si le respondía el varón: Quemen luego el sebo hoy, y después tome tanta como quisieres; él respondía: No, sino ahora la has de dar; de otra manera yo la tomaré por fuerza.
17 Era, pues , el pecado de los jóvenes muy grande delante del SEÑOR; porque los hombres menospreciaban el presente del SEÑOR.
18 Y el joven Samuel ministraba delante del SEÑOR, vestido de un efod de lino.
19 Y le hacía su madre una túnica pequeña, y se la traía cada año, cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio acostumbrado.
20 Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: El SEÑOR te dé simiente de esta mujer en lugar de esta petición que hizo al SEÑOR. Y se volvieron a su casa.
21 Y visitó el SEÑOR a Ana, y concibió, y dio a luz tres hijos, y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante del SEÑOR.
22 Elí empero era muy viejo, y oía todo lo que sus hijos hacían a todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo del testimonio.
23 Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes.
24 No, hijos míos; porque no es buena fama la que yo oigo; que hacéis pecar al pueblo del SEÑOR.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

1 Samuel 2:4 Quebrados son los arcos de los fuertes, pero los débiles se ciñen de poder.

English Standard Version ESV

1 Samuel 2:4 The bows of the mighty are broken, but the feeble bind on strength.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

1 Samuel 2:4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados, y los flacos se ciñieron de fortaleza

King James Version KJV

1 Samuel 2:4 The bows of the mighty men are broken, and they that stumbled are girded with strength.

New King James Version NKJV

1 Samuel 2:4 "The bows of the mighty men are broken, And those who stumbled are girded with strength.

Nueva Traducción Viviente NTV

1 Samuel 2:4 El arco de los poderosos está quebrado,
y los que tropezaban ahora son fuertes.

Nueva Versión Internacional NVI

1 Samuel 2:4 »El arco de los poderosos se quiebra,pero los débiles recobran las fuerzas.

La Biblia Reina-Valera (Español) RVR

1 Samuel 2:4 Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los flacos se ciñeron de fortaleza.

Herramientas de Estudio para 1 Samuel 2:4-24