10
Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.
11
Buscad al SEÑOR y su fortaleza; buscad su rostro continuamente.
12
Haced memoria de sus maravillas que ha obrado, de sus prodigios, y de los juicios de su boca,
13
oh vosotros , simiente de Israel su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.
14
El SEÑOR, él es nuestro Dios; sus juicios, en toda la tierra.
15
Haced memoria de su alianza perpetuamente, y de la palabra que él mandó en mil generaciones.
16
La cual él concertó con Abraham, y de su juramento a Isaac;
17
la cual él confirmó a Jacob por estatuto, y a Israel en pacto eterno,
18
diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, cuerda de vuestra herencia;
19
siendo vosotros pocos hombres en número, y peregrinos en ella.
20
Y anduvieron de nación en nación, y de un reino a otro pueblo.
21
No permitió que nadie los oprimiese; antes por amor de ellos castigó a los reyes.
22
No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.
23
Cantad al SEÑOR, toda la tierra; anunciad de día en día su salud.
24
Declarad entre los gentiles su gloria, y en todos los pueblos sus maravillas.
25
Porque grande es el SEÑOR, y digno de ser grandemente loado, y de ser temido sobre todos los dioses.
26
Porque todos los dioses de los pueblos no son nada; mas el SEÑOR hizo los cielos.
27
Potencia y hermosura están delante de él; fortaleza y alegría en su morada.
28
Atribuid al SEÑOR, oh familias de los pueblos, atribuid al SEÑOR gloria y potencia.
29
Atribuid al SEÑOR la gloria de su nombre; traed presente, y venid delante de él; postraos delante del SEÑOR en la hermosura de su santidad.
30
Temed delante de su presencia, toda la tierra; que el mundo está aún afirmando para que no se conmueva.
31
Los cielos se alegren, y la tierra se goce, y digan en las naciones extrañas : Reina el SEÑOR.
32
El mar truene, y todo lo que en él está; alégrese el campo, y todo lo que contiene.
33
Entonces cantarán los árboles de los bosques delante del SEÑOR, porque viene a juzgar la tierra.
34
Confesad al SEÑOR, porque es bueno; porque su misericordia es eterna.
35
Y decid: Sálvanos, oh Dios, salud nuestra; júntanos, y líbranos de los gentiles, para que confesemos tu santo nombre, y nos gloriemos en tu alabanza.
36
Bendito sea el SEÑOR Dios de Israel, de eternidad a eternidad; y digan todos los pueblos, Amén; y alabanza al SEÑOR.
37
Y dejó allí, delante del arca del pacto del SEÑOR, a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, cada cosa en su día.
38
Y a Obed-edom y a sus hermanos, sesenta y ocho; y a Obed-edom hijo de Jedutún, y a Asa, por porteros.
39
Y a Sadoc el sacerdote, y a sus hermanos los sacerdotes, delante del tabernáculo del SEÑOR en el alto que estaba en Gabaón,
40
para que sacrificasen continuamente, a mañana y tarde, holocaustos al SEÑOR en el altar del holocausto, conforme a todo lo que está escrito en la ley del SEÑOR, que él mandó a Israel;