5
Recordad las maravillas que El ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca,
6
oh simiente de Abraham, su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.
7
El es el SEÑOR nuestro Dios; sus juicios están en toda la tierra.
8
Para siempre se ha acordado de su pacto, de la palabra que ordenó a mil generaciones,
9
del pacto que hizo con Abraham, y de su juramento a Isaac.
10
También lo confirmó a Jacob por estatuto, a Israel como pacto eterno,
11
diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad.
12
Cuando eran pocos en número, muy pocos, y forasteros en ella,
13
y vagaban de nación en nación, y de un reino a otro pueblo,
14
El no permitió que nadie los oprimiera, y por amor a ellos reprendió a reyes, diciendo:
15
No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.
16
Y llamó al hambre sobre la tierra, quebró todo sustento de pan.
17
Envió a un hombre delante de ellos, a José, vendido como esclavo.
18
Con grillos afligieron sus pies, él mismo fue puesto en cadenas,
19
hasta que su predicción se cumplió; la palabra del SEÑOR lo puso a prueba.
20
El rey envió, y lo soltó, el soberano de los pueblos, lo puso en libertad.
21
Lo puso por señor de su casa, y administrador sobre todos sus bienes,
22
para que encarcelara a sus príncipes a voluntad suya, y a sus ancianos enseñara sabiduría.
23
También Israel entró en Egipto, así peregrinó Jacob en la tierra de Cam.
24
E hizo que su pueblo se multiplicara mucho, y los hizo más fuertes que sus adversarios.
25
Tornó el corazón de ellos para que odiaran a su pueblo, para que obraran astutamente contra sus siervos.