23
Y fuí integro para con él, y cauteléme de mi maldad.
24
Pagóme pues Jehová conforme á mi justicia; Conforme á la limpieza de mis manos delante de sus ojos.
25
Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro.
26
Limpio te mostrarás para con el limpio, Y severo serás para con el perverso.
27
Y tú salvarás al pueblo humilde, Y humillarás los ojos altivos.
28
Tú pues alumbrarás mi lámpara: Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.
29
Porque contigo desharé ejércitos; Y con mi Dios asaltaré muros.
30
Dios, perfecto su camino: Es acendrada la palabra de Jehová: Escudo es á todos los que en él esperan.
31
Porque ¿qué Dios hay fuera de Jehová? ¿Y qué fuerte fuera de nuestro Dios?
32
Dios es el que me ciñe de fuerza, E hizo perfecto mi camino;
33
Quien pone mis pies como pies de ciervas, E hízome estar sobre mis alturas;
34
Quien enseña mis manos para la batalla, Y será quebrado con mis brazos el arco de acero.
35
Dísteme asimismo el escudo de tu salud: Y tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha acrecentado.
36
Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y no titubearon mis rodillas.
37
Perseguido he mis enemigos, y alcancélos, Y no volví hasta acabarlos.
38
Helos herido, y no podrán levantarse: Cayeron debajo de mis pies.
39
Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea; Has agobiado mis enemigos debajo de mí.
40
Y dísteme la cerviz de mis enemigos, Y destruí á los que me aborrecían.
41
Clamaron, y no hubo quien salvase: Aun á Jehová, mas no los oyó.
42
Y molílos como polvo delante del viento; Esparcílos como lodo de las calles.
43
Librásteme de contiendas de pueblo: Pusísteme por cabecera de gentes: Pueblo que yo no conocía, me sirvió.