2
El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y entre los hermanos partirá la herencia.
3
El crisol para la plata, y la hornaza para el oro: Mas Jehová prueba los corazones.
4
El malo está atento al labio inicuo; Y el mentiroso escucha á la lengua detractora.
5
El que escarnece al pobre, afrenta á su Hacedor: Y el que se alegra en la calamidad, no quedará sin castigo.
6
Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres.
7
No conviene al necio la altilocuencia: ¡Cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!
8
Piedra preciosa es el cohecho en ojos de sus dueños: A donde quiera que se vuelve, da prosperidad.
9
El que cubre la prevaricación, busca amistad: Mas el que reitera la palabra, aparta al amigo.
10
Aprovecha la reprensión en el entendido, Más que si cien veces hiriese en el necio.
11
El rebelde no busca sino mal; Y mensajero cruel será contra él enviado.
12
Mejor es se encuentre un hombre con una osa á la cual han robado sus cachorros, Que con un fatuo en su necedad.