30
Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé á mi tierra y á mi parentela.
31
Y él le dijo: Ruégote que no nos dejes; porque tú sabes nuestros alojamientos en el desierto, y nos serás en lugar de ojos.
32
Y será, que si vinieres con nosotros, cuando tuviéremos el bien que Jehová nos ha de hacer, nosotros te haremos bien.
33
Así partieron del monte de Jehová, camino de tres días; y el arca de la alianza de Jehová fué delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso.
34
Y la nube de Jehová iba sobre ellos de día, desde que partieron del campo.
35
Y fué, que en moviendo el arca, Moisés decía: Levántate, Jehová, y sean disipados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.
36
Y cuando ella asentaba, decía: Vuelve, Jehová, á los millares de millares de Israel.