36 Y les contaron los que lo habían visto, cómo había sido salvado aquel endemoniado.
37 Entonces toda la multitud de la tierra de los Gadarenos alrededor, le rogaron que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y él, subiendo en el barco, volvióse.
38 Y aquel hombre, de quien habían salido los demonios, le rogó para estar con él; mas Jesús le despidió, diciendo:
39 Vuélvete á tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fué, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas habiá hecho Jesús con él.
40 Y aconteció que volviendo Jesús, recibióle la gente; porque todos le esperaban.
41 Y he aquí un varón, llamado Jairo, y que era príncipe de la sinagoga, vino, y cayendo á los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;
42 Porque tenía una hija única, como de doce años, y ella se estaba muriendo. Y yendo, le apretaba la compañía.
43 Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada,
44 Llegándose por las espaldas, tocó el borde de su vestido; y luego se estancó el flujo de su sangre.
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la compañía te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
46 Y Jesús dijo: Me ha tocado alguien; porque yo he conocido que ha salido virtud de mí.
47 Entonces, como la mujer vió que no se había ocultado, vino temblando, y postrándose delante de él declaróle delante de todo el pueblo la causa por qué le había tocado, y cómo luego había sido sana.
48 Y él dijo: Hija, tu fe te ha salvado: ve en paz.
49 Estando aún él hablando, vino uno del príncipe de la sinagoga á decirle: Tu hija es muerta, no des trabajo al Maestro.
50 Y oyéndolo Jesús, le respondió: No temas: cree solamente, y será salva.
51 Y entrado en casa, no dejó entrar á nadie consigo, sino á Pedro, y á Jacobo, y á Juan, y al padre y á la madre de la moza.
52 Y lloraban todos, y la plañían. Y él dijo: No lloréis; no es muerta, sino que duerme.
53 Y hacían burla de él, sabiendo que estaba muerta.
54 Mas él, tomándola de la mano, clamó, diciendo: Muchacha, levántate.
55 Entonces su espíritu volvió, y se levantó luego: y él mando que le diesen de comer.
56 Y sus padres estaban atónitos; á los cuales él mandó, que á nadie dijesen lo que había sido hecho.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

Lucas 8:36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo el que estaba endemoniado había sido sanado.

English Standard Version ESV

Luke 8:36 And those who had seen it told them how the demon-possesseda man had been healed.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

Lucas 8:36 Y les contaron los que lo habían visto, cómo había sido salvado aquel endemoniado

King James Version KJV

Luke 8:36 They also which saw it told them by what means he that was possessed of the devils was healed.

New King James Version NKJV

Luke 8:36 They also who had seen it told them by what means he who had been demon-possessed was healed.

Nueva Traducción Viviente NTV

Lucas 8:36 Entonces los que habían visto lo sucedido, les contaron a los otros cómo había sido sanado el hombre poseído por demonios.

Nueva Versión Internacional NVI

Lucas 8:36 Los que habían presenciado estas cosas le contaron a la gente cómo el endemoniado había sido sanado.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

Lucas 8:36 Y les contaron los que lo habían visto, cómo había sido salvado aquel endemoniado.

Herramientas de Estudio para Lucas 8:36-56