3
El pan nuestro de cada día, dános lo hoy.
4
Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos á todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del malo.
5
Díjoles también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, é irá á él á media noche, y le dirá: Amigo, préstame tres panes,
6
Porque un amigo mío ha venido á mí de camino, y no tengo que ponerle delante;
7
Y el de dentro respondiendo, dijere: No me seas molesto; la puerta está ya cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y darte?
8
Os digo, que aunque no se levante á darle por ser su amigo, cierto por su importunidad se levantará, y le dará todo lo que habrá menester.
9
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y os será abierto.
10
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abre.
11
¿Y cuál padre de vosotros, si su hijo le pidiere pan, le dará una piedra?, ó, si pescado, ¿en lugar de pescado, le dará una serpiente?
12
O, si le pidiere un huevo, ¿le dará un escorpión?
13
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas á vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo á los que lo pidieren de él?