8
Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; Y sobre mis veredas puso tinieblas.
9
Hame despojado de mi gloria, Y quitado la corona de mi cabeza.
10
Arruinóme por todos lados, y perezco; Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.
11
E hizo inflamar contra mí su furor, Y contóme para sí entre sus enemigos.
12
Vinieron sus ejércitos á una, y trillaron sobre mí su camino, Y asentaron campo en derredor de mi tienda.
13
Hizo alejar de mí mis hermanos, Y positivamente se extrañaron de mí mis conocidos.
14
Mis parientes se detuvieron, Y mis conocidos se olvidaron de mí.
15
Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fuí yo en sus ojos.
16
Llamé á mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba.
17
Mi aliento vino á ser extraño á mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.
18
Aun los muchachos me menospreciaron: En levantándome, hablaban contra mí.