1
PERECE el justo, y no hay quien pare mientes; y los píos son recogidos, y no hay quien entienda que delante de la aflicción es recogido el justo.
2
Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios.
3
Mas vosotros llegaos acá, hijos de la agorera, generación de adúltero y de fornicaria.
4
¿De quién os habéis mofado? ¿contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, simiente mentirosa,
5
Que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol umbroso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos?
6
En las pulimentadas piedras del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y á ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No me tengo de vengar de estas cosas?
7
Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama: allí también subiste á hacer sacrificio.