19
No verás á aquel pueblo espantable, pueblo de lengua oscura de entender, de lengua tartamuda que no comprendas.
20
Mira á Sión, ciudad de nuestras solemnidades: tus ojos verán á Jerusalem, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.
21
Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera, ni por él pasará grande navío.
22
Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey, él mismo nos salvará.
23
Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela: repartiráse entonces presa de muchos despojos: los cojos arrebatarán presa.
24
No dirá el morador: Estoy enfermo: el pueblo que morare en ella será absuelto de pecado.