18
Y por tiempo como de cuarenta años soportó sus costumbres en el desierto;
19
Y destruyendo siete naciones en la tierra de Canaán, les repartió por suerte la tierra de ellas.
20
Y después, como por cuatrocientos y cincuenta años, dió les jueces hasta el profeta Samuel.
21
Y entonces demandaron rey; y les dió Dios á Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años.
22
Y quitado aquél, levantóles por rey á David, el que dió también testimonio, diciendo: He hallado á David, hijo de Jessé, varón conforme á mi corazón, el cual hará todo lo que yo quiero.
23
De la simiente de éste, Dios, conforme á la promesa, levantó á Jesús por Salvador á Israel;
24
Predicando Juan delante de la faz de su venida el bautismo de arrepentimiento á todo el pueblo de Israel.
25
Mas como Juan cumpliese su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí, viene tras mí uno, cuyo calzado de los pies no soy digno de desatar.
26
Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros temen á Dios, á vosotros es enviada la palabra de esta salud.
27
Porque los que habitaban en Jerusalem, y sus príncipes, no conociendo á éste, y las voces de los profetas que se leen todos los sábados, condenándo les, las cumplieron.
28
Y sin hallar en él causa de muerte, pidieron á Pilato que le matasen.
29
Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro.
30
Mas Dios le levantó de los muertos.
31
Y él fué visto por muchos días de los que habían subido juntamente con él de Galilea á Jerusalem, los cuales son sus testigos al pueblo.
32
Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa que fué hecha á los padres,
33
La cual Dios ha cumplido á los hijos de ellos, á nosotros, resucitando á Jesús: como también en el salmo segundo está escrito: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.
34
Y que le levantó de los muertos para nunca más volver á corrupción, así lo dijo: Os daré las misericordias fieles de David.
35
Por eso dice también en otro lugar: No permitirás que tu Santo vea corrupción.
36
Porque á la verdad David, habiendo servido en su edad á la voluntad de Dios, durmió, y fué juntado con sus padres, y vió corrupción.
37
Mas aquel que Dios levantó, no vió corrupción.
38
Séaos pues notorio, varones hermanos, que por éste os es anunciada remisión de pecados,