17
Porque el testamento con la muerte es confirmado; de otra manera no es válido entre tanto que el testador vive.
18
De donde vino que ni aun el primero fué consagrado sin sangre.
19
Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la ley á todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de grana, é hisopo, roció al mismo libro, y también á todo el pueblo,
20
Diciendo: Esta es la sangre del testamento que Dios os ha mandado.
21
Y además de esto roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
22
Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
23
Fué, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas con estas cosas; empero las mismas cosas celestiales con mejores sacrificios que éstos.
24
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios.
25
Y no para ofrecerse muchas veces á sí mismo, como entra el pontífice en el santuario cada año con sangre ajena;
26
De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.
27
Y de la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, y después el juicio;