2
Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto á él: y cuando los vió, salió corriendo de la puerta de su tienda á recibirlos, é inclinóse hacia la tierra,
3
Y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, ruégote que no pases de tu siervo.
4
Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
5
Y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después pasaréis: porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
6
Entonces Abraham fué de priesa á la tienda á Sara, y le dijo: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
7
Y corrió Abraham á las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y diólo al mozo, y dióse éste priesa á aderezarlo.
8
Tomó también manteca y leche, y el becerro que había aderezado, y púsolo delante de ellos; y él estaba junto á ellos debajo del árbol; y comieron.
9
Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
10
Entonces dijo: De cierto volveré á ti según el tiempo de la vida, y he aquí, tendrá un hijo Sara tu mujer. Y Sara escuchaba á la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11
Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: á Sara había cesado ya la costumbre de las mujeres.
12
Rióse, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?