5
Y el Señor enderece vuestros corazones en el amor de Dios, y en la paciencia de Cristo.
6
Empero os denunciamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme á la doctrina que recibieron de nosotros:
7
Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos: porque no anduvimos desordenadamente entre vosotros,
8
Ni comimos el pan de ninguno de balde; antes, obrando con trabajo y fatiga de noche y de día, por no ser gravosos á ninguno de vosotros;
9
No porque no tuviésemos potestad, sino por daros en nosotros un dechado, para que nos imitaseis.
10
Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.
11
Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear.
12
Y á los tales requerimos y rogamos por nuestro Señor Jesucristo, que, trabajando con reposo, coman su pan.
13
Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
14
Y si alguno no obedeciere á nuestra palabra por carta, notad al tal, y no os juntéis con él, para que se avergüence.
15
Mas no lo tengáis como á enemigo, sino amonestadle como á hermano.
16
Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.
17
Salud de mi mano, Pablo, que es mi signo en toda carta mía: así escribo.
18
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. Epístola á los Tesalonicenses fué escrita de Atenas.