3 Y díjole Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.
4 Y si tú anduvieres delante de mí, como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis derechos,
5 Yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé á David tu padre, diciendo: No faltará de ti varón en el trono de Israel.
6 Mas si obstinadamente os apartareis de mí vosotros y vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que fuereis y sirviereis á dioses ajenos, y los adorareis;
7 Yo cortaré á Israel de sobre la haz de la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado á mi nombre, yo la echaré de delante de mí, é Israel será por proverbio y fábula á todos los pueblos;
8 Y esta casa que estaba en estima, cualquiera que pasare por ella se pasmará, y silbará, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová á esta tierra, y á esta casa?
9 Y dirán: Por cuanto dejaron á Jehová su Dios, que había sacado á sus padres de tierra de Egipto, y echaron mano á dioses ajenos, y los adoraron, y los sirvieron: por eso ha traído Jehová sobre ellos todo aqueste mal.
10 Y aconteció al cabo de veinte años, en que Salomón había edificado las dos casas, la casa de Jehová y la casa real,
11 (Para las cuales Hiram rey de Tiro, había traído á Salomón madera de cedro y de haya, y cuanto oro él quiso), que el rey Salomón dió á Hiram veinte ciudades en tierra de Galilea.
12 Y salió Hiram de Tiro para ver las ciudades que Salomón le había dado, y no le contentaron.
13 Y dijo: ¿Qué ciudades son estas que me has dado, hermano? Y púsoles por nombre, la tierra de Cabul, hasta hoy.
14 Y había Hiram enviado al rey ciento y veinte talentos de oro.
15 Y esta es la razón del tributo que el rey Salomón impuso para edificar la casa de Jehová, y su casa, y á Millo, y el muro de Jerusalem, y á Hasor, y Megiddo, y Gezer.
16 Faraón el rey de Egipto había subido y tomado á Gezer, y quemádola, y había muerto los Cananeos que habitaban la ciudad, y dádola en don á su hija la mujer de Salomón.
17 Restauró pues Salomón á Gezer, y á la baja Beth-oron,
18 Y á Baalath, y á Tadmor en tierra del desierto;
19 Asimismo todas las ciudades donde Salomón tenía municiones, y las ciudades de los carros, y las ciudades de la gente de á caballo, y todo lo que Salomón deseó edificar en Jerusalem, en el Líbano, y en toda la tierra de su señorío.
20 A todos los pueblos que quedaron de los Amorrheos, Hetheos, Pherezeos, Heveos, Jebuseos, que no fueron de los hijos de Israel;
21 A sus hijos que quedaron en la tierra después de ellos, que los hijos de Israel no pudieron acabar, hizo Salomón que sirviesen con tributo hasta hoy.
22 Mas á ninguno de los hijos de Israel impuso Salomón servicio, sino que eran hombres de guerra, ó sus criados, ó sus príncipes, ó sus capitanes, ó comandantes de sus carros, ó su gente de á caballo.
23 Y los que Salomón había hecho jefes y prepósitos sobre las obras, eran quinientos y cincuenta, los cuales estaban sobre el pueblo que trabajaba en aquella obra.
24 Y subió la hija de Faraón de la ciudad de David á su casa que Salomón le había edificado: entonces edificó él á Millo.
25 Y ofrecía Salomón tres veces cada un año holocaustos y pacíficos sobre el altar que él edificó á Jehová, y quemaba perfumes sobre el que estaba delante de Jehová, después que la casa fué acabada.
26 Hizo también el rey Salomón navíos en Ezión-geber, que es junto á Elath en la ribera del mar Bermejo, en la tierra de Edom.
27 Y envió Hiram en ellos á sus siervos, marineros y diestros en la mar, con los siervos de Salomón:
28 Los cuales fueron á Ophir, y tomaron de allí oro, cuatrocientos y veinte talentos, y trajéronlo al rey Salomón.

La Biblia de las Américas (Español) BLA

1 Reyes 9:3 Y el SEÑOR le dijo: He oído tu oración y tu súplica que has hecho delante de mí; he consagrado esta casa que has edificado, poniendo allí mi nombre para siempre; en ella estarán mis ojos y mi corazón perpetuamente.

English Standard Version ESV

1 Kings 9:3 And the LORD said to him, "I have heard your prayer and your plea, which you have made before me. I have consecrated this house that you have built, by putting my name there forever. My eyes and my heart will be there for all time.

La Biblia del Jubileo 2000 JBS

1 Reyes 9:3 Y le dijo el SEÑOR: Yo he oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta Casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días

King James Version KJV

1 Kings 9:3 And the LORD said unto him, I have heard thy prayer and thy supplication, that thou hast made before me: I have hallowed this house, which thou hast built, to put my name there for ever; and mine eyes and mine heart shall be there perpetually.

New King James Version NKJV

1 Kings 9:3 And the Lord said to him: "I have heard your prayer and your supplication that you have made before Me; I have consecrated this house which you have built to put My name there forever, and My eyes and My heart will be there perpetually.

Nueva Traducción Viviente NTV

1 Reyes 9:3 El Señor
le dijo:
«He oído tu oración y lo que me pediste. He apartado este templo para que sea santo, este lugar que has construido, donde mi nombre será honrado para siempre. Lo vigilaré sin cesar, porque es muy preciado a mi corazón.

Nueva Versión Internacional NVI

1 Reyes 9:3 y le dijo:«He oído la oración y la súplica que me has hecho. Consagro este templo que tú has construido para que yo habite en él por siempre. Mis ojos y mi corazón siempre estarán allí.

Sagradas Escrituras (1569) (Español) SEV

1 Reyes 9:3 Y le dijo el SEÑOR: Yo he oído tu oración y tu ruego, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta Casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.

Herramientas de Estudio para 1 Reyes 9:3-28