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Y no sólo esto, sino que también Rebeca, cuando concibió mellizos de uno, nuestro padre Isaac
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(porque aún cuando los mellizos no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el propósito de Dios conforme a su elección permaneciera, no por las obras, sino por aquel que llama),
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se le dijo a ella: EL MAYOR SERVIRA AL MENOR.
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Tal como está escrito: A JACOB AME, PERO A ESAU ABORRECI.
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¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo!
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Porque El dice a Moisés: TENDRE MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA, Y TENDRE COMPASION DEL QUE YO TENGA COMPASION.
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Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
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Porque la Escritura dice a Faraón: PARA ESTO MISMO TE HE LEVANTADO, PARA DEMOSTRAR MI PODER EN TI, Y PARA QUE MI NOMBRE SEA PROCLAMADO POR TODA LA TIERRA.
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Así que del que quiere tiene misericordia, y al que quiere endurece.
19
Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, todavía reprocha Dios? Porque ¿quién resiste a su voluntad?
20
Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: Por qué me hiciste así?