1
AMONÉSTALES que se sujeten á los príncipes y potestades, que obedezcan, que estén prontos á toda buena obra.
2
Que á nadie infamen, que no sean pendencieros, sino modestos, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.
3
Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo á concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos á los otros.
4
Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
5
No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;
6
El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
7
Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.