2
Ensálzate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios.
3
¿Hasta cuándo los impíos, oh SEÑOR, hasta cuándo, se gozarán los impíos?
4
¿Pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad?
5
A tu pueblo, oh SEÑOR, quebrantan, y a tu heredad afligen.
6
A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida.
7
Y dijeron: No verá JAH; y No lo tendrá en cuenta el Dios de Jacob.
8
Entended, necios del pueblo; y locos, ¿cuándo seréis sabios?
9
El que plantó el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?
10
El que castiga a los gentiles, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?
11
El SEÑOR conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.
12
Bienaventurado el varón a quien tú, JAH, corriges, y en tu ley lo instruyeres;
13
para hacerle descansar en los días de aflicción, entre tanto que se cava el hoyo para el impío.
14
Porque no dejará el SEÑOR su pueblo, ni desamparará a su heredad;
15
sino que el juicio será vuelto a justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.
16
¿Quién se levanta por mí contra los malignos? ¿Quién está por mí contra los que obran iniquidad?
17
Si no me ayudara el SEÑOR, presto morará mi alma con los muertos.
18
Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh SEÑOR, me sustentaba.
19
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
20
¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de ley?
21
Se ponen en ejército contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.
22
Mas el SEÑOR me ha sido por refugio; y mi Dios por peña de mi confianza.
23
El cual hizo volver sobre ellos su iniquidad, y con su maldad los talará; los talará el SEÑOR nuestro Dios.