1
SEñOR, tú nos has sido refugio En generación y en generación.
2
Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
3
Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
4
Porque mil años delante de tus ojos, Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche.
5
Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño; Como la hierba que crece en la mañana:
6
En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca.