3
por haber sido mis enemigos vueltos atrás; caerán y perecerán delante de ti.
4
Porque has hecho mi juicio y mi causa; te has sentado en silla juzgando justicia.
5
Reprendiste los gentiles, destruiste al malo, raíste el nombre de ellos para siempre y eternalmente.
6
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos; y las ciudades que derribaste, su memoria pereció con ellas.
7
Mas el SEÑOR permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
8
Y él juzgará el mundo con justicia; juzgará los pueblos con rectitud.
9
Y será el SEÑOR refugio al humilde, refugio para el tiempo de angustia.
10
Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú , oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.
11
Cantad al SEÑOR, el que habita en Sion. Noticiad en los pueblos sus obras.
12
Porque demandando la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los humildes.
13
Ten misericordia de mí, SEÑOR. Mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;