19
Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre uno que es valiente; he ensalzado un escogido de mi pueblo
20
Hallé a David mi siervo; lo ungí con el aceite de mi santidad
21
Que mi mano será firme con él, mi brazo también lo fortificará
22
No lo sujetará enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará
23
Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a sus aborrecedores
24
Y mi verdad y mi misericordia serán con él; y en mi nombre será ensalzado su cuerno
25
Asimismo pondré su mano en el mar, y en los ríos su diestra
26
El me llamará: Mi padre eres tú, mi Dios, y la roca de mi salud
27
Yo también le pondré por primogénito, alto sobre los reyes de la tierra
28
Para siempre le conservaré mi misericordia; y mi pacto será firme con él
29
Y pondré su simiente para siempre, y su trono como los días de los cielos
30
Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios
31
si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos
32
entonces visitaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades
33
Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad
34
No profanaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios
35
Una vez he jurado por mi santidad, no mentiré a David
36
Su simiente será para siempre, y su trono como el sol delante de mí
37
Como la luna será firme para siempre, y como un testigo fiel en el cielo. (Selah.
38
Mas tú desechaste y menospreciaste a tu Ungido; y te has airado con él
39
Rompiste el pacto de tu siervo; has profanado su corona hasta la tierra