1
¡CUAN amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!
2
Codicia y aun ardientemente desea mi alma los atrios de Jehová: Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
3
Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus pollos En tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
4
Bienaventurados los que habitan en tu casa: Perpetuamente te alabarán (Selah.)
5
Bienaventurado el hombre que tiene su fortaleza en ti; En cuyo corazón están tus caminos.
6
Atravesando el valle de Baca pónenle por fuente, Cuando la lluvia llena los estanques.