59
Lo oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel
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Por esta causa dejó el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres
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y dio en cautividad su fortaleza, y su gloria en mano del enemigo
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Entregó también su pueblo a espada, y se airó contra su heredad
63
El fuego devoró sus jóvenes, y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales
64
Sus sacerdotes cayeron a espada, y sus viudas no se lamentaron
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Entonces despertó el Señor a la manera del que ha dormido, como un valiente que grita a causa del vino
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e hirió a sus enemigos en las partes posteriores; les dio perpetua afrenta
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Y aborreció la tienda de José, y no escogió la tribu de Efraín
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Sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sion, al cual amó
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Y edificó su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre