22
por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado de su salud
23
Y mandó a las nubes de arriba, y abrió las puertas de los cielos
24
e hizo llover sobre ellos maná para comer, y les dio trigo de los cielos
25
Pan de fuertes comió el hombre; les envió comida en abundancia
26
Movió el solano en el cielo, y trajo con su fortaleza el austro
27
e hizo llover sobre ellos carne como polvo, y aves de alas como arena del mar
28
Y las hizo caer en medio de su campamento, alrededor de sus tiendas
29
Y comieron, y se llenaron bien; les cumplió pues su deseo
30
No habían quitado de sí su deseo, aun estaba su vianda en su boca
31
cuando vino sobre ellos el furor de Dios, y mató los más robustos de ellos, y derribó los escogidos de Israel
32
Con todo esto pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas