12
Porque él librará al menesteroso que clamare, y al pobre que no tuviere quién le socorra
13
Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres en espíritu
14
De engaño y de fraude redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos
15
Y vivirá, y se le dará del oro de Sabá; y se orará por él continuamente; cada día le echará bendiciones
16
Será echado un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará estruendo como el Líbano, y desde la ciudad reverdecerán como la hierba de la tierra
17
Será su Nombre para siempre, delante del sol será propagado su Nombre; y bendecirán en él todos los gentiles; lo llamarán bienaventurado
18
Bendito el SEÑOR Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas
19
Y bendito su Nombre glorioso para siempre; y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén
20
Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Jessé