11
No los matarás, para que mi pueblo no se olvide; hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos, oh SEÑOR, escudo nuestro
12
Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; y sean presos por su soberbia, y cuenten con maldición y con debilidad
13
Acábalos con furor, acábalos, y no sean; y sepan que Dios domina en Jacob hasta los fines de la tierra. (Selah)
14
Vuelvan pues a la tarde, y ladren como perros, y rodeen la ciudad
15
Anden ellos errantes para hallar qué comer; y si no se saciaren, murmuren
16
Y yo cantaré tu fortaleza, y loaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia
17
Fortaleza mía, a ti cantaré; porque eres Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia