11
No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santo espíritu.
12
Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sustente.
13
Enseñaré á los prevaricadores tus caminos; Y los pecadores se convertirán á ti.
14
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud: Cantará mi lengua tu justicia.
15
Señor, abre mis labios; Y publicará mi boca tu alabanza.
16
Porque no quieres tú sacrificio, que yo daría; No quieres holocausto.
17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
18
Haz bien con tu benevolencia á Sión: Edifica los muros de Jerusalem.
19
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto ú ofrenda del todo quemada: Entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.