4
En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los salvaste.
5
Clamaron a ti, y fueron librados; esperaron en ti, y no se avergonzaron.
6
Mas yo soy gusano, y no varón; oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.
7
Todos los que me ven, escarnecen de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo :
8
Remítese al SEÑOR, líbrelo; sálvele él , puesto que en él se complacía.
9
Pero tú eres el que me sacó del vientre, el que me haces esperar en ti desde que estaba a los pechos de mi madre.
10
Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.
12
Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.
13
Abrieron sobre mí su boca, como león rampante y rugiente.
14
Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, desliéndose en medio de mis entrañas.