10
Sobre ti fuí echado desde la matriz: Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
11
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.
12
Hanme rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.
13
Abrieron sobre mí su boca, Como león rapante y rugiente.
14
Heme escurrido como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón fué como cera, Desliéndose en medio de mis entrañas.
15
Secóse como un tiesto mi vigor, Y mi lengua se pegó á mi paladar; Y me has puesto en el polvo de la muerte.
16
Porque perros me han rodeado, Hame cercado cuadrilla de malignos: Horadaron mis manos y mis pies.
17
Contar puedo todos mis huesos; Ellos miran, considéranme.
18
Partieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.
19
Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda.
20
Libra de la espada mi alma; Del poder del perro mi única.