1
DIOS mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?
2
Dios mío, clamo de día, y no oyes; Y de noche, y no hay para mí silencio.
3
Tú empero eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
4
En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste.
5
Clamaron á ti, y fueron librados: Esperaron en ti, y no se avergonzaron.
6
Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y desecho del pueblo.
7
Todos los que me ven, escarnecen de mí; Estiran los labios, menean la cabeza, diciendo:
8
Remítese á Jehová, líbrelo; Sálvele, puesto que en él se complacía.