1¿Por qué se sublevan las naciones, y los pueblos traman cosas vanas?2Se levantan los reyes de la tierra, y los gobernantes traman unidos contra el SEÑOR y contra su Ungido , diciendo:3¡Rompamos sus cadenas y echemos de nosotros sus cuerdas!4El que se sienta en los cielos se ríe, el Señor se burla de ellos.5Luego les hablará en su ira, y en su furor los aterrará.6Pero yo he consagrado a mi Rey sobre Sion, mi santo monte.7Ciertamente anunciaré el decreto del SEÑOR que me dijo: "Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.8"Pídeme, y te daré las naciones como herencia tuya, y como posesión tuya los confines de la tierra.9"Tú los quebrantarás con vara de hierro; los desmenuzarás como vaso de alfarero."10Ahora pues, oh reyes, mostrad discernimiento; recibid amonestación, oh jueces de la tierra.11Adorad al SEÑOR con reverencia, y alegraos con temblor.12Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian!
1¡Oh SEÑOR, cómo se han multiplicado mis adversarios! Muchos se levantan contra mí.2Muchos dicen de mi alma: Para él no hay salvación en Dios. (Selah )3Mas tú, SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.4Con mi voz clamé al SEÑOR, y El me respondió desde su santo monte. (Selah)5Yo me acosté y me dormí; desperté, pues el SEÑOR me sostiene.6No temeré a los diez millares de enemigos que se han puesto en derredor contra mí.7¡Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla; rompes los dientes de los impíos.8La salvación es del SEÑOR. ¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! (Selah)
1Cuando clamo, respóndeme, oh Dios de mi justicia. En la angustia me has aliviado; ten piedad de mí, escucha mi oración.2Hijos de hombres, ¿hasta cuándo cambiaréis mi honra en deshonra? ¿Hasta cuándo amaréis la vanidad y buscaréis la mentira? (Selah)3Sabed, pues, que el SEÑOR ha apartado al piadoso para sí; el SEÑOR oye cuando a El clamo.4Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón sobre vuestro lecho, y callad. (Selah)5Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en el SEÑOR.6Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? ¡Alza, oh SEÑOR, sobre nosotros la luz de tu rostro!7Alegría pusiste en mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundan su grano y su mosto.8En paz me acostaré y así también dormiré; porque sólo tú, SEÑOR, me haces habitar seguro. flauta. Salmo de David.
1Escucha mis palabras, oh SEÑOR; considera mi lamento.2Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque es a ti a quien oro.3Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré.4Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el mal no mora contigo.5Los que se jactan no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad.6Destruyes a los que hablan falsedad; el SEÑOR abomina al hombre sanguinario y engañador.7Mas yo, por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; me postraré en tu santo templo con reverencia.8SEÑOR, guíame en tu justicia por causa de mis enemigos; allana delante de mí tu camino.9Porque no hay sinceridad en lo que dicen; destrucción son sus entrañas, sepulcro abierto es su garganta; con su lengua hablan lisonjas.10Tenlos por culpables, oh Dios; ¡que caigan por sus mismas intrigas! Echalos fuera por la multitud de sus transgresiones, porque se rebelan contra ti.11Pero alégrense todos los que en ti se refugian; para siempre canten con júbilo, porque tú los proteges; regocíjense en ti los que aman tu nombre.12Porque tú, oh SEÑOR, bendices al justo, como con un escudo lo rodeas de tu favor.
1SEÑOR, no me reprendas en tu ira, ni me castigues en tu furor.2Ten piedad de mí, SEÑOR, pues languidezco; sáname, SEÑOR, porque mis huesos se estremecen.3Mi alma también está muy angustiada; y tú, oh SEÑOR, ¿hasta cuándo?4Vuélvete, SEÑOR, rescata mi alma; sálvame por tu misericordia.5Porque no hay en la muerte memoria de ti; en el Seol ¿quién te alabará?6Cansado estoy de mis gemidos; todas las noches inundo de llanto mi lecho, con mis lágrimas riego mi cama.7Se consumen de sufrir mis ojos; han envejecido a causa de todos mis adversarios.8Apartaos de mí, todos los que hacéis iniquidad, porque el SEÑOR ha oído la voz de mi llanto.9El SEÑOR ha escuchado mi súplica; el SEÑOR recibe mi oración.10Todos mis enemigos serán avergonzados y se turbarán en gran manera; se volverán, y de repente serán avergonzados. de Cus, el Benjamita.
1Oh SEÑOR, Dios mío, en ti me refugio; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,2no sea que alguno desgarre mi alma cual león, despedazándola sin que haya quien me libre.3Oh SEÑOR, Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos injusticia,4si he pagado con el mal al que estaba en paz conmigo, o he despojado al que sin causa era mi adversario,5que persiga el enemigo mi alma y la alcance; que pisotee en tierra mi vida, y eche en el polvo mi gloria. (Selah)6Levántate, oh SEÑOR, en tu ira; álzate contra la furia de mis adversarios, y despiértate en favor mío; tú has establecido juicio.7Que te rodee la asamblea de los pueblos, y tú en lo alto regresa sobre ella.8El SEÑOR juzga a los pueblos; júzgame oh SEÑOR, conforme a mi justicia y a la integridad que hay en mí.9Acabe la maldad de los impíos, mas establece tú al justo, pues el Dios justo prueba los corazones y las mentes .