1
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos,y llorábamos al acordarnos de Sión.
2
En los álamos que había en la ciudadcolgábamos nuestras arpas.
3
Allí, los que nos tenían cautivosnos pedían que entonáramos canciones;nuestros opresores nos pedían estar alegres;nos decían: «¡Cántennos un cántico de Sión!»
4
¿Cómo cantar las canciones del SEÑORen una tierra extraña?
5
Ah, Jerusalén, Jerusalén,si llegara yo a olvidarte,¡que la mano derecha se me seque!
6
Si de ti no me acordara,ni te pusiera por encima de mi propia alegría,¡que la lengua se me pegue al paladar!