7
Entraremos en sus tiendas; adoremos al estrado de sus pies.
8
Levántate, oh SEÑOR, a tu reposo; tú y el arca de tu fortaleza.
9
Tus sacerdotes se vistan de justicia, y se regocijen tus misericordiosos.
10
Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.
11
Juró el SEÑOR verdad a David, no se apartará de ella; del fruto de tu vientre pondré sobre tu trono.
12
Si tus hijos guardaren mi alianza, y mi testimonio que yo les enseñaré; sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.
13
Porque el SEÑOR ha elegido a Sion; la deseó por habitación para sí.
14
Este será mi reposo para siempre; aquí habitaré, porque la he deseado.
15
Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciaré de pan.
16
Y a sus sacerdotes vestiré de salud, y sus misericordiosos exultarán de gozo.
17
Allí haré reverdecer el cuerno de David; yo he aparejado lámpara a mi ungido.
18
A sus enemigos vestiré de confusión; y sobre él florecerá su corona.