84
¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
85
Los soberbios me han cavado hoyos; Mas no obran según tu ley.
86
Todos tus mandamientos son verdad: Sin causa me persiguen; ayúdame.
87
Casi me han echado por tierra: Mas yo no he dejado tus mandamientos.
88
Vivifícame conforme á tu misericordia; Y guardaré los testimonios de tu boca.
89
LAMED. Para siempre, oh Jehová, Permenece tu palabra en los cielos.
90
Por generación y generación es tu verdad: Tú afirmaste la tierra, y persevera.
91
Por tu ordenación perseveran hasta hoy las cosas criadas; Porque todas ellas te sirven.
92
Si tu ley no hubiese sido mis delicias, Ya en mi aflicción hubiera perecido.
93
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; Porque con ellos me has vivificado.
94
Tuyo soy yo, guárdame; Porque he buscado tus mandamientos.
95
Los impíos me han aguardado para destruirme: Mas yo entenderé en tus testimonios.
96
A toda perfección he visto fin: Ancho sobremanera es tu mandamiento.
97
MEM. ¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
98
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; Porque me son eternos.
99
Más que todos mis enseñadores he entendido: Porque tus testimonios son mi meditación.
100
Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos.
101
De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra.
102
No me aparté de tus juicios; Porque tú me enseñaste.
103
¡Cuán dulces son á mi paladar tus palabras! Más que la miel á mi boca.
104
De tus mandamientos he adquirido inteligencia: Por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
105
NUN. Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino.
106
Juré y ratifiqué El guardar los juicios de tu justicia.
107
Afligido estoy en gran manera: oh Jehová, Vivifícame conforme á tu palabra.
108
Ruégote, oh Jehová, te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; Y enséñame tus juicios.
109
De continuo está mi alma en mi mano: Mas no me he olvidado de tu ley.
110
Pusiéronme lazo los impíos: Empero yo no me desvié de tus mandamientos.
111
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; Porque son el gozo de mi corazón.
112
Mi corazón incliné á poner por obra tus estatutos De continuo, hasta el fin.
113
SAMECH. Los pensamientos vanos aborrezco; Mas amo tu ley.
114
Mi escondedero y mi escudo eres tú: En tu palabra he esperado.
115
Apartaos de mí, malignos; Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.
116
Susténtame conforme á tu palabra, y viviré: Y no me avergüences de mi esperanza.
117
Sosténme, y seré salvo; Y deleitaréme siempre en tus estatutos.
118
Hollaste á todos los que se desvían de tus estatutos: Porque mentira es su engaño.
119
Como escorias hiciste consumir á todos los impíos de la tierra: Por tanto yo he amado tus testimonios.
120
Mi carne se ha extremecido por temor de ti; Y de tus juicios tengo miedo.
121
AIN. Juicio y justicia he hecho; No me dejes á mis opresores.
122
Responde por tu siervo para bien: No me hagan violencia los soberbios.
123
Mis ojos desfallecieron por tu salud, Y por el dicho de tu justicia.
124
Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos.
125
Tu siervo soy yo, dame entendimiento; Para que sepa tus testimonios.
126
Tiempo es de hacer, oh Jehová; Disipado han tu ley.
127
Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro.
128
Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos: Aborrecí todo camino de mentira.
129
PE. Maravillosos son tus testimonios: Por tanto los ha guardado mi alma.
130
El principio de tus palabras alumbra; Hace entender á los simples.
131
Mi boca abrí y suspiré; Porque deseaba tus mandamientos.
132
Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre.
133
Ordena mis pasos con tu palabra; Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134
Redímeme de la violencia de los hombres; Y guardaré tus mandamientos.
135
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; Y enséñame tus estatutos.
136
Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley.
137
TZADDI. Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios.
138
Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles.
139
Mi celo me ha consumido; Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140
Sumamente acendrada es tu palabra; Y la ama tu siervo.
141
Pequeño soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos.
142
Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.
143
Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites.
144
Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.