54
Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones.
55
Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley.
56
Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos.
57
JET. Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras.
58
Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra.
59
Consideré mis caminos, Y torné mis pies á tus testimonios.
60
Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos.
61
Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley.
62
A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia.
63
Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos.
64
De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos.
65
TETH. Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme á tu palabra.
66
Enséñame bondad de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído.
67
Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.
68
Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos.
69
Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70
Engrasóse el corazón de ellos como sebo; Mas yo en tu ley me he deleitado.
71
Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
72
Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata.
73
YOD. Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
74
Los que te temen, me verán, y se alegrarán; Porque en tu palabra he esperado.
75
Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme á tu fidelidad me afligiste.
76
Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo.
77
Vengan á mí tus misericordias, y viva; Porque tu ley es mi deleite.
78
Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos.
79
Tórnense á mí los que te temen Y conocen tus testimonios.
80
Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; Porque no sea yo avergonzado.
81
KAF. Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra.
82
Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
83
Porque estoy como el odre al humo; Mas no he olvidado tus estatutos.
84
¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?