4
Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos.
5
¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos!
6
Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese á todos tus mandamientos.
7
Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia.
8
Tus estatutos guardaré: No me dejes enteramente.
9
BETH. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
10
Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos.
11
En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
12
Bendito tú, oh Jehová: Enséñame tus estatutos.
13
Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca.
14
Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza.
15
En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos.
16
Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras.
17
GIMEL. Haz bien á tu siervo; que viva Y guarde tu palabra.
18
Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley.
19
Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos.
20
Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo.
21
Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos.
22
Aparta de mí oprobio y menosprecio; Porque tus testimonios he guardado.
23
Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos.
24
Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros.
25
DALETH. Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra.
26
Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos.
27
Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas.
28
Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame según tu palabra.
29
Aparta de mí camino de mentira; Y hazme la gracia de tu ley.
30
Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.
31
Allegádome he á tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences.
32
Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón.
33
HE. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin.
34
Dame entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón.
35
Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad.
36
Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia.
37
Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.
38
Confirma tu palabra á tu siervo, Que te teme.
39
Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios.
40
He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia.
41
VAV. Y venga á mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salud, conforme á tu dicho.
42
Y daré por respuesta á mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado.
43
Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad; Porque á tu juicio espero.
44
Y guardaré tu ley siempre, Por siglo de siglo.
45
Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos.
46
Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré.
47
Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado.
48
Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.
49
ZAYIN. Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar.
50
Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado.
51
Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley.
52
Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme.
53
Horror se apoderó de mí, á causa De los impíos que dejan tu ley.
54
Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones.