14
Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza.
15
En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos.
16
Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras.
17
GIMEL. Haz bien á tu siervo; que viva Y guarde tu palabra.
18
Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley.
19
Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos.
20
Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo.
21
Destruiste á los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos.
22
Aparta de mí oprobio y menosprecio; Porque tus testimonios he guardado.
23
Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo meditaba en tus estatutos.
24
Pues tus testimonios son mis deleites, Y mis consejeros.
25
DALETH. Pegóse al polvo mi alma: Vivifícame según tu palabra.
26
Mis caminos te conté, y me has respondido: Enséñame tus estatutos.
27
Hazme entender el camino de tus mandamientos, Y hablaré de tus maravillas.
28
Deshácese mi alma de ansiedad: Corrobórame según tu palabra.
29
Aparta de mí camino de mentira; Y hazme la gracia de tu ley.
30
Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.
31
Allegádome he á tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences.
32
Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanchares mi corazón.
33
HE. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin.
34
Dame entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón.