123
Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia.
124
Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.
125
Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios.
126
Tiempo es de actuar, oh SEÑOR; han disipado tu ley.
127
Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.
128
Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.
129
PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma.
130
La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.
131
Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos.
132
Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.
133
Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.
134
Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos.
135
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.
136
Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.
137
TSADE Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios.
138
Encargaste la justicia es a saber tus testimonios, y tu verdad.
139
Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140
Sumamente pura es tu palabra; y tu siervo la ama.
141
Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos.
142
Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la misma verdad.
143
Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites.