10
Y anden sus hijos vagabundos, y mendiguen; y procuren de sus desiertos.
11
Enrede el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo.
12
No tenga quien le haga misericordia; ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.
13
Su posteridad sea talada; en segunda generación sea raído su nombre.
14
Venga en memoria cerca del SEÑOR la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado.
15
Estén siempre delante del SEÑOR, y él corte de la tierra su memoria.
16
Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu , y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo.
17
Y amó la maldición, y ésta le sobrevino; y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.
18
Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.
19
Séale como vestido con que se cubra, y en lugar del cinto con que se ciña siempre.
20
Este sea el pago de parte del SEÑOR de los que me calumnian, y de los que hablan mal contra mi alma.