7
Dios habló por su santuario: alegraréme, Repartiré á Sichêm, y mediré el valle de Succoth.
8
Mío es Galaad, mío es Manasés; Y Eprhaim es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador;
9
Moab, la vasija de mi lavatorio: Sobre Edom echaré mi calzado; Regocijaréme sobre Palestina.
10
¿Quién me guiará á la ciudad fortalecida? ¿Quién me guiará hasta Idumea?
11
Ciertamente tú, oh Dios, que nos habías desechado; Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.
12
Danos socorro en la angustia: Porque mentirosa es la salud del hombre.
13
En Dios haremos proezas; Y él hollará nuestros enemigos.