8
Cada día me afrentan mis enemigos; los que se enfurecen contra mí, se han conjurado contra mí.
9
Por lo cual como la ceniza a manera de pan, y mi bebida mezclo con lloro,
10
a causa de tu enojo y de tu ira; porque me alzaste, y me arrojaste.
11
Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.
12
Mas tú, SEÑOR, para siempre permanecerás, y tu memoria para generación y generación.
13
Tú levantándote, tendrás misericordia de Sion; porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado .
14
Porque tus siervos amaron sus piedras, y del polvo de ella tuvieron compasión.
15
Entonces temerán los gentiles el Nombre del SEÑOR, y todos los reyes de la tierra tu gloria;
16
por cuanto el SEÑOR habrá edificado a Sion, y será visto en su gloria;
17
habrá mirado a la oración de los solitarios y menesterosos , y no habrá desechado el ruego de ellos.
18
Se escribirá esto para la generación venidera; y el pueblo que se criará, alabará a JAH.
19
Porque miró de lo alto de su santuario; el SEÑOR miró de los cielos a la tierra,
20
para oír el gemido de los presos, para soltar a los hijos de muerte;
21
para que cuenten en Sion el Nombre del SEÑOR, y su alabanza en Jerusalén,
22
cuando los pueblos se congregaren en uno, y los reinos, para servir al SEÑOR.
23
El afligió mi fuerza en el camino; acortó mis días.
24
Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días; por generación de generaciones son tus años.
25
Tú fundaste la tierra antiguamente, y los cielos son obra de tus manos.
26
Ellos perecerán, y tú permanecerás; y todos ellos como un vestido se envejecerán; como una ropa de vestir los mudarás, y serán mudados;
27
mas tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.
28
Los hijos de tus siervos habitarán, y su simiente será afirmada delante de ti.