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sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
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y estando plenamente convencido de que lo que Dios había prometido, poderoso era también para cumplirlo.
22
Por lo cual también su fe LE FUE CONTADA POR JUSTICIA.
23
Y no sólo por él fue escrito que le fue contada,
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sino también por nosotros, a quienes será contada: como los que creen en aquel que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor,
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el cual fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado por causa de nuestra justificación.